MEMORIAS DE ÁFRICA

Carta referida a la metrópoli:

Mi nombre es Karen Blixen, escribo esto desde mi plantación de café, situada en Kenia. Redacto esto para que se tenga consciencia de la situación que aquí se está viviendo, empezaré hablando de los trabajadores de plantaciones…, los cuales trabajan en situaciones pésimas por un salario del mismo estilo que  no les da casi ni para comer. Sufren una inmensa explotación y sus derechos están siendo quebrantados, los indígenas que viven en estas colonias únicamente trabajan, no hacen otra cosa, no saben hacer otra cosa, ya que ni siquiera tienen derecho a estudiar y esto convierte a la inmensa mayoría en  analfabetos.

Aquí, en Kenia también se vive una gran discriminación, y actitudes racistas hacia la población de color, por no mencionar cómo se quebranta los  derechos de la mujeres los cuales ni siquiera se tienen en cuenta. Hay gran cantidad de violaciones, las mujeres no pueden dar su opinión, y se las trata como si no fueran nada, cuando sí los son, únicamente se limitan a cuidar de los niños y realizar las labores domésticas.

 

En esta imagen estoy con dos indígenas y mi amado, Denys Finch, dirigiéndonos a nuestro trabajo, la plantación.

En estos momentos se está viviendo la primera guerra mundial,y nosotros también estamos sufriendo sus consecuencias, diariamente hay gran cantidad de heridos, a los  tengo que atender yo gracias a algunos conocimientos que tengo sobre medicina, los cuales me permiten ayudar a la población que aquí habita. Pero otro de los problemas que aquí abunda es la escasez de medicinas, no tienen los recursos básicos, y esto retrasa mucho el poder ayudar a todos los heridos, ya que se necesitan más medicamentos y  los medios necesarios.

Siguiendo con el tema de la guerra, aparte de la gran cantidad de heridos que hay, también se están destruyendo muchas colonias y parcelas…, debido a las bombas que el bando de Alemania está tirando sobre nuestro territorio. Tanganika, una colonia británica ya ha sido destruida, después de no haber sido capaces de derrotar al ejército alemán.

En estos momentos tan difíciles las mujeres han tenido que cambiar el rol de sus vidas , y en algunos casos el sufragismo, esos derechos y esa igualdad por la que tanto estaban luchando, para dedicarse en cuerpo y alma a la creación de armas para la defensa del territorio y la población de su país. Los hombre indígenas y los que no son indígenas se están dedicando a la defensa del territorio y su gente, mientras que en las colonias y demás siguen cayendo bombas y sigue muriendo más gente, pero la población que aquí habita, junto conmigo estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para que la menor cantidad de gente posible sufra algún daño.

Aquí el hermano del pequeño Quima acababa de perder la vida por la explosión de una bomba, hice todo lo que estuvo en mis manos, pero no fue suficiente.

Como el hermano de Quima hay muchos pero muchos más, algunas mujeres también se han ofrecido voluntarias para ayudarme con la curación de los heridos, pero no podemos hacer mucho más de lo que nuestros conocimientos y cuerpos nos permiten, ya que somos muy pocas personas para tantos heridos.

Muchos siguen con la lucha, otros siguen trabajando dentro de lo posible, tratando de hacer vida normal, aunque eso sea casi imposible, pero hay que seguir alimentándose, por ello hay que seguir trabajando, ya que este es un país subdesarrollado y tenemos que valernos por lo que tenemos sin más.

Aquí estaba a punto de dirigirme a otra colonia para curar a un herido que se encontraba muy grave, al cual finalmente logré salvarle la vida.

Después de escribir esto tan solo espero que la gente de otros países empiece a tener consciencia de la situación que estos indígenas sufren, y que con el paso de los años su situación vaya a mejor, y que posean más medios para tener una vida digna simplemente, no  piden lujos ni mucho menos, tan solo los recursos básicos para subsistir.